Carlos Beltrán (53 años), de origen madrileño, ha tenido una larga trayectoria en
el mundo de la comunicación. Pese a haber estudiado derecho, ha sido actor, actor de
doblaje, productor, comentarista, director de documentales, presentador, locutor, jefe de
prensa; e incluso, fue Concejal de Deportes, Juventud y Fiestas de Torrelodones de 2011 a
2019. A día de hoy se dedica plenamente a la promoción de su nuevo libro “Prohibidas, pero no
vencidas. Mujeres pioneras del deporte”

¿De qué le dirías a alguien que va el libro?

Dentro del libro lo cuento un poco, yo lo que les diría es mi descubrimiento, o sea mi camino
hasta llegar a escribir esto. Yo ya sabía bastante deporte cuando de pronto descubrí a un
par de mujeres de las que aparecen en el libro en su día a día, en unas imágenes en unos
archivos de televisión y entonces eso me sorprendió mucho me llegó de una manera casi
personal y dije: “pero qué barbaridad, estas mujeres en los años 40 o 30 lo que estaban
haciendo y yo no lo sabía”, yo que se supone que debo saber un poco de esto porque me
dedico a escribir sobre esto. Entonces a partir de ese descubrimiento fui tirando del hilo y fui
descubriendo que, claro, no eran ellas dos solo, había muchísimas y en otras ramas de la
disciplina deportiva, había entrenadoras, pedagogas, artistas que se dedican al deporte.
Empezá a abrir, abrir, abrir y mis ojos se hacían cada vez más grandes porque encontraba
cada vez historias más sorprendentes de mujeres que no solo se dedicaron a hacer deporte
si no que lo incorporaron a su día a día ha subido social a la cultura a intentar cambiar las
cosas a buscar la libertad y la igualdad por un lado y por otro. Todo eso fue lo que a mí me
dejó perplejo en los años 2000 y 2001, por ese año, y que luego ha ido tirando de la
madeja y me he encontrado con algo que, yo creo que es muy desconocido, pero que es
apasionante de las mujeres de esa época del siglo XIX y principios del XX, cómo se
manejaban, las cosas que hacían, cómo luchaban intelectualmente contra cosas muy
injustas. Bueno, pues a mí me encantó y, por eso, he ido intentando completar este puzzle
del que me quedaban muchas piezas.

Se podría decir que, también, tu objetivo es dar luz a estas pequeñas historias
que en el fondo no conocemos, ¿verdad?

Claro, porque no creo que puedan cambiar gran cosa, pero creo que los cambios de
mentalidad son algo muy difíciles de conseguir pero sí que es verdad que cuando no
conoces algo no lo puedes ni valorar ni respetar y, sin embargo cuando lo conoces al menos
ya lo conoces ya por lo menos no puedes decir que no sucedió. Yo trato de documentar
muy bien las historias para que no sea algo que se ha inventado un chico de Madrid, si no
que sea algo que esté documentado, que esté en las bibliotecas y en las universidades
del mundo y que gracias a que me han ayudado desde muchas partes del mundo, pues he
podido concatenar todo ese conocimiento y meterlo todo en un libro. Pero son cosas que
sucedieron, están documentadas y que se sabe mucha a veces porque se olvidaron y si las
gente las conoce a lo mejor es un inicio para empezar a respetarlo o a entender algunas
cosas

¿Cómo surgió la idea de escribir el libro?

Llevo recopilando información 22 años. Las primeras historias de este libro las escribí en
2006 porque empecé a pensar que era bueno contarlas como historias y no como una
enciclopedia, que siempre es más «ladrillo» y más tedioso y a la gente le cuesta más se
acerque. Entonces empecé a hacer historias empecé a intentar contarlas con cierto gancho,que tuviese algo de gracia, que no fuese solamente contar la historia, sino contar alrededor
de la historia y adornarlas de alguna manera. Luego iba teniendo pequeñas piezas y
documentándome y en 2019 en cuanto nos confinaron, en ese momento, fue cuando se
paró mi trabajo y decidí dedicarme a cerrar este libro que llevo tanto tiempo por
hacerlo y me puse y estuve esos meses dedicándome a terminarlo, prácticamente lo escribí
todo ahí.

¿Qué sientes al haber terminado?

Es una pasada porque yo no sé si todos los autores harán los mismo y ponen «fin» o a lo
mejor hacen primero el último capítulo, pero yo tuve la suerte de escribir el final del libro
como el último capítulo, como el cierre de todo lo que había escrito, o sea que terminé
poniendo «fin». Es bastante emocionante, luego es verdad que ha habido una segunda
etapa de escritura ya con la editorial y que hay otra persona que, además, es la editora que,
en este caso es una mujer y que ha estado leyéndoselo muy bien y contándomelo y
valorando lo que podíamos añadir o quitar. Entonces es una reescritura pero es algo
diferente, pero el día que terminé y dije: «esto está». Me quedé, vamos, con una felicidad
interna muy grande. Luego está verlo ya publicado, ese momento es «buf». A lo mejor otra
gente no es tan emocional, yo me metí mucho desde lado emocional en este proyecto y
luego ya como proyecto personal me toca mucho por mi entorno, la gente con la que
convivo habitualmente, mi mujer y con otras personas que son muy luchadoras y
trabajadoras por la igualdad, entonces algo que intento llevar hacia delante en mi vida y mi
trabajo, pero no es un trabajo propiamente buscar la igualdad. Entonces, al cerrar el libro,
me sentí muy satisfecho y al verlo publicado fue un subidón emocional tremendo, me ha
venido genial la verdad.

¿Puede haber una segunda parte?

Es verdad que hay muchas historias que se han quedado fuera por diversas razones,
algunas no tenían el gancho por cómo estaban escritas, el personaje no era una deportista
que hubiese ganado algo elogístico, pero sí en los espacios, entonces interesaba algo
menos, aunque a mí me encantaban. Hay algunas extraordinarias que se han quedado
fuera porque ya no cabían, entonces hay un grupo de mujeres que ya están escritas y se
han quedado fuera. Sí que podría ser muy interesante continuar, porque yo termino en el
año 60, aunque realmente es en el 50 más o menos. Sería interesante continuar con las
pioneras, que en España fue en los 60, pero que, por ejemplo en África fue en los años
70/80. En Argelia, en Marruecos, las primeras mujeres que se convirtieron en ídolos de
masas fueron en el 70/80. Ahora estamos viviendo otra pequeña ola de otras mujeres en
otros países y con otras disciplinas. A lo mejor sí que podía ser «chulo» o bonito pensar en
una segunda parte que fuera una segunda oleada, «las que aprovecharon esta primera
oleada»

¿Cuándo son las presentaciones del libro?

Tengo una la semana que viene en la librería Desnivel, que es la primera que queríamos
hacer porque es la librería de la editorial y luego tengo un montón apalabrados, lo que pasa
es que en fechas no concretas. La primera que teníamos en Vallehermoso, la fecha era
para el 1 de diciembre, se va a cambiar al 2 y luego tengo en Ávila, en Zaragoza en el Over
40, en Alicante, en Salamanca; estamos moviendo bastantes espacios para poder hacer
presentaciones